EL AZUFRE

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Ubicada al pie de la sierra chiapaneca esta importante hacienda era productora de cacao y ganado. Para 1848, encontrándose en su máximo esplendor, fue visitada por el botánico y expedicionario austriaco Karl Heller durante su viaje a Pichucalco en ese mismo año describiendo su encuentro con esta hacienda de la siguiente manera:

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"Tan pronto como el viajero cruza a Chiapas se encuentra al pie de las montañas, en donde se erige un edificio grande e imponente, rodeado por pequeñas cabañas de caña de los indígenas que proveen de mano de obra a la hacienda. Es una de las muchas propiedades del acaudalado Salvador Calcaño, y que lleva el nombre de Azufre por los manantiales sulfurosos en la vecindad".

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Una de las leyendas sobre la Hacienda es que al hospedarse durante una noche Lázaro Cárdenas (presidente de México en la década de 1930) quedó prendado del sitio e intentó adquirir la propiedad.