
NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA
Río Ixtacomitán
Para 1765 la familia Esponda y Olaechea, dueña de varias haciendas dedicadas al cultivo del cacao se encontraba fincada en Ixtacomitán. El patriarca buscó propiedades en esta región por ser un punto estratégico para elacceso al comercio intercolonial vía Veracruz y Campeche. Una característica importante de esta región era que la mano de obra indígena era abundante mientras que la presencia de autoridades españolas era baja, coyuntura propicia para obtener un máximo provecho de los recursos humanos y naturales de la zona.
La estrategia comercial de la familia, dirigida desde N.ª S.ª de la Candelaria, consistía entener suficiente tierras en combinación con tiendas en la provincia con el fin detener el control tanto de la producción como delcomercio del cacao y así poderlo intercambiar por mercancías, dado que elcacao era usadocomo moneda. La red comercial de los Esponda y Olaechea se extendió más allá de Ixtacomitán hasta elvecino estado de Tabasco convirtiendo a Ixtacomitán en un centro importante de producción y comercio delcacao haciaMéxico y España.
En 1776 la familia adquiere cuatro Haciendas afianzando su liderazgo y poderío sobre el cacao chiapaneco.Estas Haciendas colindaban entre si aumentado el terreno original de N.ª S.ª de la Candelaria. Estas fincas eran N.ª S.ª del Rosario, San Antonio y El Carmen que antiguamente pertenecían a los Jesuitas así como Santa Catarina que pertenecía a los Dominicos.
Al morir el padre, esposo y hermanos María Gertrudis Olaechea se convierte en la matriarca de la familia, aumentado así su fama y prestigio que junto con sus propiedades en el centro del estado le permitieron tener el control del cacao hacia San Cristóbal de las Casas y Tuxtla, al tiempo que también lo exportarba a Oaxaca junto con grana y añil.
Como reflejo de la importancia de N.ª S.ª de la Candelaria como centro de las operaciones cacaoteras de la familia, María Gertrudis Olaechea escribe su testamento en este sitio en 1780.
Hacia 1900 el propietario de la Hacienda era Mariano Cantoral Pastrana, político y hacendado de la época que además poseía otras haciendas. El construyó un secadero de cacao con techos de cristal, algo único en innovador para la época. Durante la Revolución Mexicana N.ª S.ª de la Candelaria fue saqueada, el secadero de cristal destruido y su capilla colonial quemada.
